Tecnologías accesibles: el vehículo para la inclusión laboral de las personas con discapacidad

03-11-2017
Julio Sánchez Rico, director de Indra en México, Centroamérica y Caribe

Para solucionar esta brecha tecnológica internacional, existen actores como las empresas privadas que buscan impulsar la innovación tecnológica en todos los países de forma equitativa.Indra es uno de estos actores, por ello buscamos soluciones tecnológicas especializadas para cada uno de nuestros clientes a través de la investigación y el desarrollo (I+D).

Sin embargo, la brecha digital no se limita al nivel de crecimiento económico de los países. Un ejemplo son las personas con discapacidad que, como en otros ámbitos, cuentan con acceso limitado a las TIC. Se estima que más del 15% de la población mundial cuenta con algún tipo de discapacidad, según el Informe mundial sobre la discapacidad del Banco Mundial y la Organización Mundial de la Salud.

El mismo informe indica que esta cifra está a la alza debido al gradual envejecimiento de la población y el aumento global de problemas crónicos de salud, lo cual representa un desafío para las empresas como Indra que buscan hacer de la tecnología una herramienta más accesible en todos los niveles. Es por ello que en Indra invertimos en la innovación de Tecnologías Accesibles, pues es una línea de acción fundamental de nuestra estrategia de Responsabilidad Corporativa que tiene como objetivo la integración social y laboral de las personas con discapacidad, a través del desarrollo de soluciones y servicios que faciliten el acceso a la tecnología.

En Indra, hemos creado Cátedras de Investigación en Tecnologías Accesibles, en colaboración con diferentes fundaciones y universidades, que abordan proyectos de I+D para desarrollar soluciones de TI aplicables a servicios que permitan un mayor grado de autonomía a las personas con alguna discapacidad, en términos de vida independiente, acceso a la educación o empleo accesible.

Queremos aportar a corto y  mediano plazo nuevas soluciones para la sociedad y convertirnos en una referencia internacional en dos vías: la búsqueda de la excelencia en el desarrollo de tecnologías accesibles con un modelo de colaboración y la transferencia tecnológica universidad-empresa.

Al momento hemos desarrollado más de 40 proyectos de I+D e innovación en el ámbito de las Tecnologías Accesibles; hablando específicamente de México hubo una importante colaboración con el Instituto Politécnico Nacional para el desarrollo de la primera Cátedra de Tecnologías Accesibles en 2014. Entre nuestros proyectos destacan las soluciones HeadMouse y VirtualKeyboard.

HeadMouse es un ratón virtual que permite el control del ratón del ordenador mediante una webcam y los movimientos de la cara y la cabeza de los usuarios y el VirtualKeyboard es un teclado virtual que permite la escritura de textos desde cualquier dispositivo capaz de controlar el cursor de la pantalla, compatible con el mismo HeadMouse.

El uso de ambas herramientas está destinado a las personas con discapacidad motriz en su día a día, pero también en el ámbito laboral. Nuestras soluciones HeadMouse y VirtualKeyboard han sido descargadas de forma gratuita más de 450 mil veces en 95 países de todo el mundo.

Otros proyectos ya consolidados buscan solucionar las dificultades a las que se enfrentan las personas en situación de discapacidad. Por un lado está el programa ConsignosGanas, un avatar animado en 3D reconocedor de voz y traductor del lenguaje de señas en español, destinado a facilitar el acceso de las personas sordas y con discapacidad auditiva a servicios turísticos y de transporte. Por el otro, está la plataforma SAVIA, un servicio educativo gratuito en realidad virtual para personas con autismo.

A pesar de los exitosos programas ya lanzados, en Indra seguimos desarrollando otras iniciativas de Tecnologías Accesibles, ya que la innovación es el hilo conductor de la compañía en general y de nuestra estrategia de RC. Estamos cambiando el modelo tradicional de asistencia para personas discapacitadas, ya que normalmente esta responsabilidad era exclusiva del gobierno y sus instituciones de asistencia social.